sábado, 1 de enero de 2011

TERAPIA FLORAL

Las flores de Bach se encuentran dentro del grupo de las llamadas medicinas alternativas, y están reconocidas por la Organización Mundial de la Salud desde 1976.
Se utilizan tanto para enfermedades físicas o psicosomáticas como para trastornos psicológicos o emocionales. Pueden utilizarse también en el desarrollo personal, ya que nos ayudan a profundizar en nuestro interior y a equilibrarnos.
Enfermedades físicas, psicosomáticas y psicológicas
La enfermedad física es el resultado de un desequilibrio emocional que persiste a través del tiempo, debilitando el organismo y el sistema inmunitario, así como la capacidad e defenderse ante agentes patógenos. Esto es debido a que respuestas como la ansiedad o el estrés, por ejemplo, van acompañadas de respuestas fisiológicas que a la larga pueden dar lugar a síntomas físicos o alteraciones que conforman las bases de todo tipo de enfermedades.
Por este motivo, para aplicar los remedios florales en el tratamiento de una determinada enfermedad, nos basamos en los estados emocionales negativos que está sintiendo esa persona (miedo, irritabilidad, depresión, ansiedad, apatía, agresividad, odio, etc.) para seleccionar el medicamento más apropiado para ella, ya que cada flor sirve para tratar un estado emocional negativo diferente.
Dado que las flores de Bach actúan directamente sobre los estados emocionales negativos, pueden utilizarse en el tratamiento de problemas de este tipo (ansiedad, depresión, obsesiones, insomnio, traumas, etc). Las flores actúan a nivel inconsciente, empujando al organismo hacia la el equilibrio emocional.